Valía la pena pedir ayuda poco común

Fundaciones tienen una larga tradición. En la edad media nacieron de los pensamientos devotos del fundador que también consideró su propia salvación. Las fundaciones también sirvieron para mantener la memoria del fundador. Reflexiones caritativas desembocaron en fundaciones sociales como son hospitales, orfanatos y otras obras sociales.
Fundaciones modernas y constituidas más recientemente como la Lyoness cff tienen objetivos como crear perspectivas y calidad de vida mediante fomento de educación además de mejorar las oportunidades en las vidas de personas necesitadas con la ayuda de creación de accesos a educación. Otro objetivo es el aseguramiento de necesidades básicas más el apoyo en la planificación del futuro.
En un mundo globalizado también las fundaciones cada vez más se orientan no solo centrándose en obras sociales locales o nacionales sino incluso apoyan medidas en el sector de formación mediante la construcción y desarrollo de escuelas en regiones desfavorecidas del mundo. Especialmente la CFF es sinónimo de protección de derechos de niños y sus familias, la creación de accesos a formación y el fomento de centros de enseñanza.
Con nada más detalles que dichas informaciones básicas en mente, los padres miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del C.P.E.E. „Pilar Soubrier“  de Lorca se habían puesto en contacto con la CFF presentando sus problemas inminentes: la situación actual económica y los recortes realizados por las administraciones públicas habían causado un retroceso importante del trabajo de integración de los alumnos. La escuela “Pilar Soubrier” es una escuela que a la vez es residencia. Allí viven y estudian niños con necesidades especiales. En vista de la desesperación de la situación y con el fin de garantizar el correcto funcionamiento de la escuela además de cumplir con sus objetivos, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del C.P.E.E. „Pilar Soubrier“ de Lorca había puesto en marcha una acción solidaria para reunir fondos  para el equipamiento de la escuela. Pero esto iba a necesitar mucho tiempo y los niños no pudieron esperar, ya que el curso de su vida cotidiana y actividades dependen de ello. Era el momento que la Asociación de Madres y Padres se dirigió a la fundación para pedir ayuda. Por su gran suerte, la fundación no dudó en convertir el proyecto de la escuela de „Pilar Soubrier” en su primer proyecto en España, facilitando equipamiento especial para adaptar un aula de psicomotricidad, un taller de costura, equipos informáticos de última generación y herramientas tecnológicas.
Gracias a la voluntad y energía de los padres y la iniciativa de la CFF, en menos de un año ya se pueden registrar mejoras asombrosas en el desarrollo de los casi 140 alumnos que con la ayuda de nuevas tecnologías están adelantando muy favorablemente.