¿CUÁNDO ES EL MOMENTO DE CORRER UNA MARATÓN?

En la última edición de la Maratón de Valencia, los servicios sanitarios informaron de un incremento alarmante del número de abandonos, deshidrataciones y lesiones musculares sufridas por corredores.

El porcentaje de corredores que no llegan a cruzar la línea de meta ha sido más alto que nunca. ¿El motivo? Que cada vez se acorta más el tiempo que separa a una persona desde que se inicia en el running hasta que decide apuntarse a disputar una maratón por primera vez.

ES NECESARIO CORRER CON CABEZA

Lo cierto es que tener demasiada prisa en quemar etapas para llegar a correr nuestra primera maratón no nos puede traer nada bueno. No podemos correr una sola carrera de 5 kilómetros y dar ya por cerrada esa distancia, para empezar a pensar en una de 10 kilómetros, luego de 15, media maratón y finalmente la esperada maratón.

Cuando hayamos corrido algunas carreras de 5 kilómetros, hay todo un mundo por explorar: aprender a dosificarse mejor, controlar nuestras pulsaciones con un pulsómetro fiable para alcanzar nuestro mejor rendimiento, variar el entrenamiento para mejorar potencia y resistencia, etc…

Sólo cuando hayamos competido en un buen número de ellas, es aconsejable pasar a la distancia de 10 kilómetros. Para entonces, nuestro cuerpo ya se habrá acostumbrado al esfuerzo de las carreras y nuestras piernas y músculos estarán listos para enfrentarse al desafío de una distancia mayor.

De nuevo, debemos pasar por una larga etapa en esa distancia, donde vayamos cumpliendo objetivos, mejorando marcas, conociendo distintas carreras y localidades y donde nuestra mente también se adapte al reto de correr grandes distancias.

Si seguimos estas pautas, con el paso de los meses e incluso los años, estaremos en condiciones de llegar en buen estado físico y mental a la línea de salida de una carrera tan exigente como una maratón.

Las personas que no cumplen estas premisas, y pasan por las etapas demasiado deprisa o directamente saltan distancias para llegar más rápido al objetivo final, son las que luego sufren los rigores de la carrera y terminan admitiendo que se precipitaron en su decisión.

Lesiones musculares, fallos en la estrategia de carrera, escaso conocimiento de cómo alimentarse e hidratarse en carrera o agotamiento psicológico son sólo algunos de los problemas que pueden ocurrir.

Vale la pena disfrutar cada etapa, todas son preciosas y de todas ellas se aprende muchísimo, y todo ese conocimiento te servirá algún día para enfrentarte con éxito al gran reto de completar tu primera maratón.

¡Suerte!