La lógica que existe entre las personas que habitan en la vivienda, y la casa en sí misma resume el propósito que hay que proponerse el inquilino en el proyecto de construcción de su vivienda. La casa en cuestión debe formalizar una unidad entre el gusto, interés y estilo personal, íntimo y particular del dueño de la casa. Quien o quienes van a habitar en la casa? Que uso se le va a dar? cómo quiere o quieren vivir? que es lo que les agradaría tener alrededor? Pensar antes que nada es la clave. Como organizarse?

Lo primero con lo que sería bueno contar es con una libreta donde hacer todos los apuntes que se nos vengan a la cabeza; tanto de ideas innovadoras de decoración o de cómo distribuir las habitaciones y el mobiliario en ellas; sobre cosas y objetos que nos gustaría tener en nuestra casa; cuando van a venir los obreros para la reforma, el camión de mudanza; u otras anotaciones pertinentes. Para establecerse las tareas, una agenda tampoco estaría mal.

Las opciones que podamos sacar de casas prefabricadas de familiares o de casas pilototambién pueden funcionar si de cada una de ellas procuramos recordar lo que no nos agradó. De esta forma podremos evitar caer en el error en nuestra decoración.

Por ejemplo un ejercicio del que podemos sacar rédito es la memoria. Recordar espacios de otras casas que nos agradaron estéticamente, e intentar acoplarlos a la nuestra como fuente de inspiración puede funcionar; incluso si dichos espacios son parte de nuestra memoria emocional. Intentar reproducir de una forma nueva un sentimiento del pasado, nos puede transportar cada vez que queramos a buenos recuerdos, trayéndonos bienestar.

Es muy probable que no empecemos a decorar desde cero, sino que lo que estemos por realizar sea una redecoración, por ello es importante no olvidar y tener en cuenta aquellos grandes o pequeños objetos ya nuestros, con los que vayamos a contar a la hora de la decoración de la nueva casa. Esta también es una opción para recrear antiguos y buenos recuerdos de nuestra vieja morada. Ya que por regla común, siempre nos quedaremos con lo que nos hizo sentir mejo

La rutina debe considerarse desde un inicio en el proceso de decoración; las mascotas, si se trabaja en casa, los integrantes de la familia, los habitantes de la morada, si sus relaciones sociales implican la visita de invitados a menudo, los horarios encontrados o no de cada uno, etc. Son una forma de aprender y nos ayudarán a saber sobre la distribución de las habitaciones y la decoración de estas en nuestra casa.