Aunque se reconoce que las pequeñas y medianas empresas son el motor de la economía siendo el 99 % de todas las empresas de este tipo, no se puede ignorar que tienen que enfrentarse a una lucha diaria por sobrevivir. Hay una serie de características típicas de crisis de las empresas pequeñas de las que posteriormente resultan los problemas grandes.
Como toque de advertencia se puede considerar el hecho que el propietario lleva la empresa de forma muy conservativa o hasta dictatorial. Se ocupa de todo y solo él toma las decisiones, por lo que finalmente no da abasto, no tiene tiempo y asuntos importantes se quedan sin resolver no hablando de decisiones a largo plazo.
Consecuentemente con regularidad hay problemas con los empleados que muy a menudo están enfermos. Se notan deficiencias de calificación de los empleados que no se pueden remediar a corto plazo. Tampoco funciona bien el manejo del personal con el resultado que a veces los empleados no tienen trabajo mientras que en épocas de mucho trabajo hay que recurrir a empresas para que manden personal temporal.
Falta alguna estrategia de la empresa o sea que faltan objetivos a corto y largo plazo ni tampoco planes como conseguirlos.
La ausencia de normas en la producción lleva a resultados muy diferentes ya que cada trabajador termina los trabajos encargados a su manera. Por lo tanto resulta también muy diferente el tiempo aplicado a cada paso de fabricación. Esta falta de normas también lleva a tiempos de espera en las máquinas, hecho que produce tiempos de fabricación muy largas y aumenta por lo tanto los gastos de fabricación. Este sistema de fabricación produce problemas de calidad y por lo tanto se recibe reclamaciones por parte de los clientes que es otro factor de gastos inútiles aparte que en las redes sociales en seguida corre la voz tanto en el sentido positivo como negativo.
La gerencia de la empresa no está informada ni de los datos más esenciales ignorando en el peor de los casos hasta las informaciones recibidas de parte de la gestoría, ignorando la productividad o los costes por cada empleado. Falta cualquier base para las calculaciones ni se hace ningún cálculo posterior de los pedidos terminados.
Por lo tanto resulta altamente necesario facilitar a las empresas más pequeñas un instrumento útil y práctico para poder gestionar un mejor control de las actividades estando al día en cada momento tanto del volumen de ventas y más detalles del negocio. Los desarrolladores de la empresa Lyoness han facilitado a sus colaboradores tal instrumento, la así llamada Lyoness MTERM-app. Con esta herramienta premiada ya por su alta utilidad y rendimiento, los responsables de cada negocio colaborador nunca pierden la vista de conjunto estando en la situación de reaccionar en cada momento a situaciones nuevas que se presenten lo que no solo evita reclamaciones posteriores sino es una medida fantástica de fidelización de clientes provocando muchos comentarios positivos en el perfil de Facebook de Lyoness.