Las bicicletas son para el verano

La reconocida obra de teatro Las bicicletas son para el verano, adaptada también a película, encierra en su título una gran verdad. Y es que con la llegada del buen tiempo son muchos los que eligen las dos ruedas para desplazarse o bien para realizar algo de deporte. El ciclismo como deporte comprende numerosas disciplinas, desde las que se practican en pistas específicas o velódromos hasta las que implican el uso de bicicletas todo terreno o especiales para carreras contra-reloj. Actualmente son miles los ciclistas federados para la práctica de cualquiera de estas modalidades, aunque son millones los aficionados a este medio de transporte que lo utilizan a diario simplemente para moverse por ciudades en las que las dos ruedas ganan por mucho a los vehículos autopropulsados.

En la lista de ciudades más amigables para los usuarios de bicicletas se encuentra a la cabeza Amsterdam, seguida por Copenhague y, curiosamente Bogotá, al otro lado del Atlántico. En otras ciudades europeas se va imponiendo el uso de este vehículo cuyo uso supone numerosas ventajas. Por un lado nos permite hacer deporte a la vez que nos desplazamos por lo que utilizar la bicicleta en la ciudad es un hábito saludable y muy recomendable teniendo siempre en cuenta la normativa de seguridad vial en ciudades . Por otro lado no requiere el uso de ningún tipo de combustible por lo que no emite sustancias contaminantes al contrario que los coches, motos, autobuses, etc. Un beneficio más es el de la ausencia de ruidos, ya que evita la contaminación no sólo atmosférica sino también acústica. Y por supuesto nos permite desplazarnos a una mayor velocidad que si fuésemos simplemente caminando. Por si estos beneficios no fueran suficientes contamos también con numerosas ventajas económicas: el seguro para bicicletas es mucho más económico que el de coche, además del mantenimiento y nos ahorramos el dinero que empleamos para el combustible.

Además en los últimos tiempos se ha visto un boom en el uso de bicicletas de las denominadas urbanas, tomadas como icono por parte de determinadas comunidades y personas concienciadas con el medio ambiente. Estas bicicletas, más cómodas que sus homónimas de montaña o carreras, permiten pedalear con la espalda recta y en una posición óptima aunque no suelen contar con cambios por lo que no son aptas para ser utilizadas en ciudades con desniveles pronunciados. Y para promover el uso de este tipo de medio de transporte son muchos los ayuntamientos que ponen a disposición de ciudadanos y turistas servicios de alquiler de bicicletas que en algunas localidades son incluso gratuitos. De esta forma ganamos en salud, en ahorro y en bienestar.