Un fin de semana puede ser la mejor manera de buscar la tranquilidad

Resulta un tanto anecdótico que estemos toda la semana ocupados con nuestra rutina diaria (la cual a veces llega a asfixiarnos) y luego aguardemos al sábado y al domingo para seguir haciendo cosas. Lo cierto es que esta forma de actuar no es muy lógica, porque supone que vamos a estar ocupados cuando deberíamos disfrutar plenamente con todo lo que un fin de semana de garantías nos ofrece: relajación, descansar, dormir, pasear, disfrutar de una comida tranquila…

Dicen los sociólogos que la culpa la tiene nuestra manía de estar siempre ocupados, porque esta forma de actuar es bastante perniciosa para nuestra salud y nuestro bienestar. En efecto, cuando se trata de tener en nuestras manos un poco de tiempo libre con el que disfrutar plenamente nos damos cuenta de que, en realidad, no sabemos qué hacer con él. Y entonces todo se convierte en una especie de sinsentido que apenas nos proporciona placer.

El caso es que a veces sí que interiorizamos la necesidad de darnos un respiro cuando llegar el fin de semana, pero esto no suele ser lo habitual. Por eso hoy queríamos darte unos breves apuntes de cómo deberías entender el fin de semana. Toma papel y nota que allá vamos.

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Segunda cuestión: no necesitas gastar dinero para pasarlo bien. Sal al campo, anda, camina, coge la bicicleta y recorre los caminos de tu ciudad, acude a visitar a un amigo, juega con tus hijos… Hay tantas cosas que se pueden hacer si sabemos aprovechar de forma conveniente nuestro tiempo libre que deberíamos tenerlas en cuenta para evitar el estrés.

Y por supuesto, olvida los problemas de tu trabajo. Las cosas de tu vida diaria, de la que desarrollas entre lunes y viernes, no deberían afectarte también en sábado y domingo. Por eso es esencial que tengas presente que desconectar de verdad es la mejor manera de conseguir un resultado óptimo para relajarte durante el fin de semana. Ya llegará el lunes con sus preocupaciones…