Está claro que hoy en día las cosas tienen una clara disposición hacia lo que podríamos llamar ahorro y calidad, una especie de dupla que trabaja para que nuestros recursos (esto es, el dinero y las horas de nuestro día) puedan ser rentables. No es ningún secreto que ahora mismo tendemos hacia tal fin, porque la crisis nos ha enseñado que lo que hay que hacer es ahorrar. Como sea, pero ahorrar. Por eso hoy queríamos echarle un vistazo a un sector importante (el de la automoción) y sobre todo a una cuestión que se pone de manifiesto cuando vamos a adquirir recambios para reparar un coche o, como es el caso, una moto: los desguaces de motos.
En algún otro artículo hemos comentado lo mucho y bien que actúan los recambios en el caso de los automóviles, auténticos ejes de nuestra independencia móvil. Pero está claro que los repuestos también tienen un papel destacado cuando lo que necesitamos es devolver a nuestra motocicleta la vida. Y es ahí donde entran en juego los repuestos de desguace para las dos ruedas.
Bueno, con la cantidad de formatos que hay hoy en día apenas si nos atrevemos a suponer una moto con tan sólo dos neumáticos, porque los modelos han proliferado tanto que hoy no es raro encontrar triciclos o cuadriciclos. Pero todos ellos tienen su razón de ser en un lugar en el que se trabaja por y para darle a nuestro vehículo una solución adecuada que permita la obtención de una adecuada dimensión en la que se unan el mejor precio y la calidad más excelsa.
Muchos son los que opinan que esta triple dimensión no existe, porque si encontramos algo barato por fuerza terminará siendo malo, si localizamos algo bonito al final será caro y si tenemos en la mano una pieza buena será de todo menos bonita… Sin embargo hemos de decirte que tales suposiciones no tienen demasiado sentido, no desde luego cuando de lo que se trata es de reparar tu moto dándole las mejores soluciones y teniendo al alcance de la mano un modelo que nos permite compaginar dos cosas que ahora mismo están de moda. No nos engañemos, la crisis todavía va a durarnos un poco más, quizá mucho más de lo que estamos dispuestos a admitir como aceptable. Por eso que un desguace tenga soluciones para nuestra motocicleta no es sino lo más adecuado.
El ser humano es un animal racional que, en teoría, utiliza la cabeza para un montón de cosas. Pero a veces dejamos paso a nuestro lado más bestia y no utilizamos las neuronas de forma lógica. Pensamos, por ejemplo, que si adquirimos un motor de segunda mano en un desguace nos van a timar, imaginamos un repuesto usado como algo que, una vez puesto en nuestra moto, va a terminar rompiéndose ipso facto debido a unos arcanos misteriosos… Y la cosa no es así, ya lo puedes apostar. Gracias a una normativa bastante interesante y prolija todo lo que sale de un sitio de venta de recambios de ocasión tiene una calidad lo suficientemente certificada como para demostrarnos que estamos haciendo las cosas bien. Hoy en día nadie se pondría a vender recambios que no tengan calidad, porque de hacerlo estaría poniendo en peligro su continuidad. Nos referimos, claro está, a los sitios de venta legales, otra cosa es el repuesto ilegal (del cual hablaremos en otra ocasión). Por eso deberíamos tener la suficiente tranquilidad como para saber que estamos haciendo lo correcto por nuestra motocicleta.
Dicen los que tienen una motocicleta que no hay nada mejor ni más adecuado a la hora de sentir experiencias gratas y placenteras que subirse en una montura de dos ruedas bien engrasada y revisada y tirar millas. Lo que se siente a la hora de acelerar, frenar y un montón de cosas más que no caben en estas líneas no se puede describir con palabras. Por eso confiar en un buen repuesto parece lo mejor y más lógico a la hora de aprovechar lo que una motocicleta puede darnos. ¿Por qué no lo pruebas?