Cuando mi abuela contaba con dieciséis años conoció a mi abuelo, un buen mozo de los de antes, guapo, alto, atento… Trabajaba con su padre en el mercado de la plaza vendiendo hortalizas de las que cultivaban en su propia huerta, eran acomodados para esa época, vivían en una de las casas más grandes del pueblo y todos los conocían. Mi abuela era la hija de la panadera, viuda desde hacía ya varios años y con tres hijas a su cargo, entre ellas mi abuela.

Cuando conoció a mi abuelo todo le pareció de color de rosa y enseguida se enamoró de él, según cuenta era un chico muy atento y cariñoso. Aunque os parezca mentira y suene a guion de película, mi abuela se quedó embarazada al poco tiempo de conocer a ese chico tan apuesto. Sus padres, mis bisabuelos, pusieron el grito en el cielo ya que entonces estaba muy mal visto y aquello fue un escándalo, sobre todo siendo una familia de buen nombre en el pueblo.

Mi abuelo se casó con mi abuela y nació mi madre. Mi abuela me ha contado esta historia infinidad de veces, creo que le da un poco de miedo que pueda pasarme lo mismo que le pasó a ella, que aunque dice y cuenta que desde ese momento todo los fue muy bien hasta el día de hoy, se que tuvieron que pasar muchas calamidades porque los padres de mi abuelo dejaron de lado al matrimonio. Así que se tuvieron que buscarse la vida ellos dos con mi madre de camino.
Mi abuela me dice que me cuide, que disfrute la vida pero con cabeza, que no ponga el corazón en cada relación porque acabaré mal, me dice que me aproveche de la información que siempre es bueno estar informados, que entre en www.ellaone.es y que lea y aprenda cada palabra para que nada me pille de sorpresa. Que a veces las circunstancias de la vida te ponen en una encrucijada y no sabes cómo va a salir todo, y que de estas experiencias o sales mas fuerte o te hundes en la mas inmensa miseria, que a ella le salió bien y a día de hoy sigue amando a mi abuelo como en aquel tiempo en el que se unieron en contra de todos. Me dice que ande con cabeza para no tener que lamentar nunca nada de lo que haga.