El vino es conocido como una bebida de acompañamiento a muchas variedades de comida, sin embargo tomar una copa al día puede ser muy beneficioso para nuestra salud. No todos los vinos gozan de estas ventajas si no que cuando hablamos de ellas nos referimos al vino tinto.

Una copa al día, durante la comida o la cena, puede ayudarnos a mejorar nuestra salud cardiovascular, la diabetes, la demencia o la osteoporosis siempre y cuando se beba de forma moderada una o como máximo dos copas al día.

Por otro lado, el vino blanco también nos puede traer beneficios a nuestro cuerpo. Es un dato, en ocasiones, desconocido pues siempre que hablamos del beneficio de tomar vino se asocia al tinto. Entre los beneficios que nos aporta beber una copa o dos al día de vino blanco se encuentra la limitación de los daños por paro cardiaco, la prevención de enfermedades pulmonares y cancerosas, ayuda a la pérdida de peso y a combatir los efectos del sedentarismo.

Asimismo, la otra variedad de vino, el rosado, también aporta beneficios a nuestro organismo proporcionándonos propiedades antiinflamatorias, antioxidantes así como un aporte calórico muy bajo que evitará que aumentemos de peso. Por otro lado, es rico en fibra, hierro, proteínas magnesio y vitaminas.

Como veis el vino en sus tres variedades más conocidas y con un consumo moderado aporta numerosos beneficios a nuestra salud, pero ¿cómo elegir qué tipo de vino tomar? A continuación lo veremos:

Vino tinto

Como sabemos procede de la uva roja la cual le da ese característico color rojo oscuro. Según el tiempo de envejecimiento encontramos vinos jóvenes, crianzas, reserva o gran reserva que van de menor a mayor fermentación.

Es ideal para acompañar platos con carnes como la ternera, el cordero, el cerdo o carnes de caza, así como con el jamón y el queso curado. No olvidéis que el vino se ha de servir a una temperatura entre los 16 y los 18 grados para que conserve todas sus propiedades.

Vino blanco

Esta variedad proviene de la uva blanca lo que le proporciona ese color ligeramente amarillo.  Es ideal para combinarlo con pescados y mariscos, aunque también con carnes blancas como el pavo o el pollo. También se puede tomar acompañado de aperitivos y de quesos cremosos.

La temperatura para servirlo oscilará entre los 6 y los 10 grados lo que hace que este vino sea ideal para tomarlo como bebida refrescante en épocas de mucho calor.

Vino rosado

Se caracteriza por unos colores rosas suaves fruto del contacto con los hollejos del vino tinto los cuales se separan en el momento de la fermentación por lo que no llega a tener ese color rojo fuerte del tinto.

Es un vino ideal para acompañar con aperitivos salados como las anchoas o el pan con tomate, así como para pescados, mariscos y arroces a base de vegetales, carnes blancas o mariscos. Su temperatura ideal para tomarlo, al igual que el blanco, oscila entre los 6 y los 10 grados.

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Sara Vigil Iglesias