Según el Green Bulding Council de los Estados Unidos, los edificios representan el 70% del consumo eléctrico, 39% del consumo de energía y 12% del consumo de agua potable, generando el 39% de emisiones de gases de efecto invernadero, sin contar los de los bienes o servicio producidos en su interior.
Reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero en los edificios es por lo tanto un paso importante para reducirlos a nivel global. Una manera de hacerlo ha sido la de cambiar las bombillas eléctricas, nuestros frigorificos, televisores y nuestros aires acondicionados.
Otra manera para asegurar el menor impacto de nuestras acciones en el planeta es obtener ayuda profesional con expertos en la materia o consultores energéticos. Estos profesionales conocen estándares diseñados para ayudar a los diseñadores y constructores a reducir la gran huella ambiental que causa un edificio y hacer que sus habitantes lo hagan también. Trabajan con un sistema basado en puntos, dejando elegir el nivel al que desean llegar y que puntos o créditos ganar, a los diseñadores y dueños del edificio.
Mas allá de los beneficios ambientales, obtener ayuda de un profesional en la construcción, reparación o remodelación de nuestras casas, edificios o propiedades, tiene el beneficio de aumentar su valor.
Algunos de los beneficios de la Construcción Ecológica son netamente económicos, por ejemplo, los estudios muestran que con un ahorro energético de hasta el 30%, las tasas de ocupación incrementan un 3%, y los beneficios en ventas incrementan hasta un 40% en tiendas que usan luz natural, adicionalmente, pueden haber beneficios sociales y saludables: Se ha demostrado que la nota que obtienen los estudiantes en los exámenes mejora cuando el lugar donde estudian está iluminado con luz natural o están localizados dentro de Construcciones Ecológicas.
Una de las más prestigiosas certificaciones en el mundo de la Construcción Ecológica es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) en español, Liderazgo en energía y diseño ambiental. Los estándares de la LEED trabajan en base a un sistema de puntos, donde los dueños de los edificios pueden elegir que requisitos o características quieren conocer a parte de los obligatorios. El sistema está diseñado para reducir el impacto ambiental de un edificio típico, en un 30% para edificios certificados, 40% para edificios plata, 50% para edificios oro y 70% o más para edificios platino. Los puntos se ganan en seis diferentes categorías:
- Sitios sostenibles
- Eficiencia en el uso de agua, energía y atmósfera
- Materiales y recursos
- calidad ambiental del interior
- Innovación y diseño
Aunque los estándares LEED sean relativamente nuevos, los amplios campos de la arquitectura sostenible y la sustentabilidad urbana han estado presentes desde hace años, pero recientemente como resultado de la necesidad de ahorro y de ayudar al planeta, contratar a un consultor puede ser una gran idea. Si de expertos se trata, en airelimpio.es seguro te orientaran de la mejor manera.
Jose Antonio Puga