¿CÓMO AFECTA LA CALIDAD DEL AIRE EN LA OFICINA?

La mala calidad del aire puede disminuir nuestra capacidad de pensar, razonar y resolver problemas, según diversos estudios. Cuando se piensa en aire limpio, aspectos como el humo, el polvo y otros tipos de contaminación que podemos respirar en nuestro día a día se convierten en un problema a solucionar.

La mayoría de nosotros pasa el noventa por ciento del tiempo en el interior, algo que no nos libra de seguir respirando un aire insalubre, como ocurre en el exterior de las ciudades. Esto es debido a factores como los productos químicos encontrados en pinturas, suelos y muebles, o a las concentraciones comunes de dióxido de carbono que se encuentran en lugares cerrados como las oficinas.

Numerosas variables contribuyen a la contaminación interior en una oficina. Estos factores incluyen aspectos como la ubicación del edificio (por ejemplo, si este se encuentra en una zona industrial, la contaminación será mayor) o una ventilación insuficiente.

Se ha demostrado que, en comparación con personas que trabajan en lugares con un entorno optimizado para tener aire limpio, las que trabajan en un edificio convencional terminan teniendo tres dominios de funcionamiento cognitivo afectados, que son: la capacidad de respuesta a la crisis, el uso de estrategias y la correcta utilización de la información, los tres de vital importancia para la máxima productividad del trabajador.

La mayoría de nosotros estamos expuestos a estos contaminantes todos los días, en casi cualquier ambiente en el que trabajemos. Y no solo es algo que afecte a nuestro funcionamiento cognitivo, sino que nuestra salud física también se ve afectada. Desde la irritación de los ojos hasta la congestión de las vías respiratorias, muchos hemos sentido los efectos que este aire insalubre puede provocar en un lugar de trabajo. Se dice, incluso, que algunos de los productos químicos que causan esta contaminación son, de hecho, carcinógenos conocidos.

Por el contrario, las personas que trabajan en oficinas bien ventiladas con niveles inferiores a la media en cuanto a contaminantes interiores y dióxido de carbono tienen un funcionamiento cognitivo significativamente superior en relación a diversas áreas cruciales (tales como responder a una crisis o desarrollar una estrategia), que los que trabajan en oficinas con los niveles típicos de contaminación.

La mala calidad del aire en el entorno de trabajo debe ser objeto de atención, ya que afecta a los trabajadores, causando diversos síntomas que incluyen reacciones alérgicas, fatiga física y mental, dolores de cabeza, irritación de ojos y garganta. La adopción de un plan para la optimización de un edificio puede mejorar enormemente las condiciones y el bienestar de los empleados, algo que, a la larga, repercutirá positivamente en la empresa.

Decidirse por esta inversión es una gran idea, ya que estaremos evitando problemas como la abstención laboral debido a problemas de salud (como alergias, problemas respiratorios o dolores de cabeza causadas por el ambiente insalubre) o una baja productividad de los empleados (como ya hemos visto, el aire que respiramos afecta a varias de nuestras funciones cognitivas).

Si quieres saber como evitar todos estos efectos nocivos en aire limpio tenemos la solución.

Autor: Helena Fernández Fernández