Seguramente el término pizarras blancas no sea muy conocido para el común de los mortales. Sin embargo, como ahora vamos a poder comprobar, no solo es más común de lo que podemos llegar a pensar sino que estamos seguros de que en algún momento de vuestra vida o bien habéis utilizado una de ellas o bien habéis estado presente en un sitio en el que se han utilizado. Y es que son ni más ni menos que ese tipo de pizarras, de color blanco por supuesto como las que se pueden ver en http://www.pizarras-blancas.es/, en las que no se escribe con tiza sino que se escribe con un rotulador especial para ellas.

El primer uso del que vamos a hablar es el que se da en las empresas. Más que nada porque son pocas las salas de reuniones en las que no hay una de esas pizarras blancas en las que los directivos o los jefes de grupos no solo explican sus números sino que también explican sus proyectos. De hecho, ellos mismo admiten que son elementos extremadamente cómodos. Pueden escribir y pintar en varios colores para indicar diferentes aspectos de lo que estén contando. Además, lo bueno es que pueden escribir tantas veces quieran.

Cuando hablamos de pizarras blancas, un uso que le podemos encontrar y que seguramente si eres aficionado al mundo del deporte habrás podido ver con tus propios ojos es el que le dan los entrenadores de los diferentes equipos. Y es que en dichas pizarras , al poder escribir y borrar con total facilidad, se puede explicar una gran cantidad de conceptos sin mucha dificultad ya que todas las personas que están a su alrededor los pueden entender sin problemas. Una solución ideal para explicar estrategias o jugadas ensayadas. Un imprescindible para los entrenadores.

Para terminar, e independientemente del uso que se les pueda dar, tenemos que admitir que son muy prácticas en todo su sentido. Y es que, para empezar son muy cómodas para escribir ya que el rotulador se desliza de una manera muy cómoda y sencilla. Asimismo tenemos que tener en cuenta que se pueden borrar sin ninguna clase de problema ya que no queda nada de huella por mucho que escribas encima de ellas. Un elemento este de las pizarras blancas ideal y con el que ya cuentan en muchos lugares como ya hemos visto en las líneas que hemos escrito hoy.