Adiestradores caninos

En los últimos años, se han puesto de moda los programas de televisión en los que se relata la experiencia de un perro con ciertos hábitos adquiridos que se oponen a lo que debería ser un comportamiento normal. El capítulo generalmente comienza con un resumen sobre diferentes hábitos que tiene la mascota como puede ser un alto grado de actividad que no puede contener, niveles elevados de agresividad para con los humanos u otros perros, no dejar comer a sus dueños por impaciencia a que llegue el momento para comer él o simplemente hacer sus necesidades sistemáticamente dentro de casa. Posteriormente, se presenta en la casa un adiestrador canino que dedica el resto del programa a ofrecer unas normas generales a los dueños para intentar corregir los comportamientos anormales de su mascota consiguiendo finalmente y casi en la mayoría de los casos unos resultados más que aceptables, ya que en un lapso muy corto de tiempo se consiguen corregir situaciones que para los dueños resultaban muy molestas, consiguiendo de esta manera estrechar nuevamente los lasos con su mascota y reflotando una relación que en muchos casos se había distanciado enormemente.

Nos comentan nuestro amigo Quico que es adiestrador canino en valencia que el efecto televisivo resalta el resultado conseguido por el adiestrador, porque no lo dudamos, es alucinante que en un capítulo que dura una hora se consiga modificar el comportamiento tan drásticamente. Este tipo de programas o libros que relatan la experiencia del adiestrador en la modificación de los hábitos de un perro, han dado popularidad a una profesión que existe desde hace más de cincuenta años, el de adiestrador canino. Un adiestrador canino es una persona que conoce a la perfección las diferentes razas, su nivel de actividad y lo que son o no comportamientos habituales. Sabe identificar los problemas y conoce las soluciones y los procedimientos necesarios para alcanzarlas. Se puede decir que cualquier adiestramiento estándar consta de cuatro pilares fundamentales: compañía, disciplina, rutina y ejercicio. Si esos cuatro aspectos están controlados a la perfección, tu mascota conseguirá un comportamiento óptimo independientemente de las circunstancias. Compañía para saber que tú eres su amigo, que formas parte de su manada; disciplina para saber que en su grupo el que mandas eres tú y él es el que debe obedecerte; una rutina para saber controlarse, un perro debe acostumbrarse a que sus paseos son en horas señaladas, a que sus comidas son en determinados momentos, al fin y al cabo que sus días son todos iguales, de esa manera se sentirá más seguro; por último se debe resaltar la importancia del ejercicio para que tu perro pueda gastar las energías en determinados momentos del día.

Por eso te recomendamos que a la hora de corregir hábitos de tu mascota confíes en profesionales cualificados, ellos sabrán que es lo que necesitas y te darán las mejores soluciones.