Descubre un nuevo invierno sobre las raquetas de nieve

El primer temporal del invierno está sobre nuestro cielo. Lo que para muchos es sinónimo de permanecer en casa con la compañía de la familia, de un libro o de una película,  para los amantes del senderismo y la montaña significa empezar a desempolvar las raquetas de nieve y disfrutar en el monte.

Las montañas, que continúan cubiertas por el manto blanco invernal, están a la espera de todos aquellos que quieran disfrutar de los beneficios de la naturaleza en esta época del año. Las rutas por los diferentes caminos, cuyos paisajes dejan impresionado a todo aquel que se deje asombrar por la naturaleza,  son aún más espectaculares en esta estación.

Las raquetas de esquí son un aliado esencial para los senderistas más atrevidos.  Caminar sin que se hunda el pie en la nieve o evitando resbalarse a causa del hielo es de primero de senderista, por eso, las raquetas de esquí llevan fijaciones móviles con las que el pie trabaja con libertad durante las subidas y, en las bajadas, lo bloquea. Además, están dotadas de  unas pequeñas puntas, que funcionan como si de un pequeño crampón se tratara, e incluso hay algunos modelos que tienen incorporado un sistema de absorción de impactos al andar.

Las raquetas de nieve son una especialidad deportiva que, acercan con facilidad, el medio natural invernal a las personas que quieren conocer o explorar la montaña en esta época del año.

Las raquetas son una actividad lúdico-deportiva que permiten desplazarse, con eficiencia, sobre un terreno que no está escarpado.

Hay que saber que el tamaño de la raqueta de nieve debe ser proporcional al peso del usuario. Además, hay que considerar el tipo de fijación, ya que tiene que adaptarse a la bota que se lleve. Existe la fijación automática, para el que la bota debe tener rebajes en puntera y talón y la fijación por correas.

La raqueta debe tener algún tipo de punta o cuchilla metálica a lo largo de su perfil y en la puntera, para que pueda agarrarse de manera eficiente en la nieve y el hielo.

Como curiosidad: existen raquetas extensibles y regulables que son capaces de ofrecer más o menos superficie de flotación, en función de las necesidades que el terreno requiera.

Esta modalidad de ocio invernal, asequible y segura, las encontramos en el dominio de las estaciones de esquí, que preparan las zonas especiales tanto para las personas que ya poseen cierta destreza, como para aquellas que se acercan a esta modalidad por primera vez.

Su terreno invernal es suave, sin grandes inclinaciones ni medias laderas para los principiantes y, salvaje y variado, para quienes tienen experiencia en este deporte.

El usuario es autónomo en esta modalidad. Debe observar  la montaña con toda su dificultad como protegerse del sol, conocer el manto nivoso, llevar ropa adecuada, bajas temperaturas… ya que, todo esto, será compañero inseparable del senderista durante toda la ruta.

¿Cuál es el origen de las raquetas de nieve?

La precisión que las raquetas de nieve aportan al senderista, no es aplicable a la hora de datar su origen. Los historiadores creen que fueron inventadas entre el año 2.000 y el 4.000 a.C. Estrabón, reconocido historiador de la antigüedad, escribió que las personas que vivían en el Cáucaso, en estas fechas, caminaban sobre superficies planas de piel bajo los pies. Por su parte, los armenios, utilizaban superficies redondas de madera para poder desplazarse por el terreno nivoso.

En el pasado eran utilizadas como herramientas esenciales para los comerciantes de piel, cazadores, y cualquier persona que necesitara desplazarse por áreas en las que nevaba de manera copiosa y continuada.

Fuente: http://montanayaventura.es/