La fotografía te permite encontrar una nueva forma de percibir el mundo que te rodea en la búsqueda de inmortalizar el tiempo. En un mundo protagonizado por Internet las imágenes confieren a la famosa frase “una imagen vale más que mil palabras” un nuevo sentido y otro nivel de importancia. Redes sociales como Instagram convierten el hobbie en necesidad, por eso hay cada vez más escuelas en ciudades como Barcelona que te animan a profundizar en ese mundo tan exótico y visual.

Se hace cada vez más necesario plasmar en fotografías los recuerdos de tus navidades, tus escapadas y vacaciones, incluso las salidas con tus amigos para que al día siguiente, un año después o incluso una vida más tarde, puedas ver esas fotografías que tomaste y recordar cómo te sentiste. No hay mejor forma de aprender a hacer fotografías espectaculares que en una escuela. Da igual que vivas en Barcelona o en cualquier otra parte, en un mundo tan digitalizado como el nuestro encontrar la escuela de fotografía más adecuada para ti es muy sencillo, sólo tienes que probar.

Nuestra memoria falla, creemos recordar cosas que no han pasado y olvidamos muchas otras muy importantes y que en su momento marcaron nuestras vidas y perfilaron nuestra personalidad. Si te basas solo en tu memoria seguro que no te acuerdas de aquel día especial en la playa o esa tarde tan divertida jugando a las cartas. Sin embargo, si te enseñan una foto seguro que recuerdas lo que pasó antes, durante y después del momento pose. ¿Por qué no ayudar a tu memoria a no perder momentos importantes y aprender algo nuevo al mismo tiempo? Puedes apuntarte a una escuela de fotografía en Barcelona y descubrir una nueva forma de ver la vida, a través de un objetivo.

Hacer fotografías y verte luego en ellas, sin posar claro, te da una pequeña impresión de cómo te ven los demás desde fuera y la diferencia entre lo que tú quieres transmitir, pues hay tres versiones de nosotros mismos: la interna, la que queremos proyectar y la que perciben los demás. La primera y la segunda las conocemos porque nacen en nosotros, pero la última es más complicada averiguar. Las escuelas de fotografía en sitios como Barcelona te ayudan a comprender cómo te ven terceras personas y, si tienes suerte, a conseguir tu propósito.